Redacción Marlone Serrano
Una investigación publicada en la revista Science Advances ha revelado una preocupante tendencia global: el aumento de las temperaturas, consecuencia directa del cambio climático, está asociado al crecimiento de las poblaciones de ratas en las ciudades.
El estudio, realizado en 16 urbes de diferentes partes del mundo, identificó que en 11 de ellas —incluyendo Nueva York, Washington y Ámsterdam— se reportaron incrementos significativos en los avistamientos de roedores. La principal causa: el calor. Como pequeños mamíferos, las ratas están biológicamente limitadas por el frío. Sin embargo, con inviernos cada vez más cálidos, su temporada reproductiva y de búsqueda de alimento se extiende, lo que favorece su proliferación.
Urbanización y residuos, el combo perfecto para los roedores
Además del clima, el estudio señala que el crecimiento de las ciudades y el mal manejo de residuos han creado el entorno ideal para que estas plagas prosperen. “Las ratas de ciudad son comensales humanos. Se alimentan de nuestros desechos y encuentran refugio en las estructuras urbanas”, explica el informe.
Este fenómeno ya es visible en ciudades como Nueva York, donde el sistema de metro y la gran cantidad de basura generada por su población han permitido a las ratas establecer colonias extensas. “Cuando llega el invierno disminuyen, pero con más calor, tienen más oportunidades para reproducirse y alimentarse”, advierte la bióloga Ella Vázquez Domínguez, del Instituto de Ecología de la UNAM.
Riesgos para la salud pública
Aunque las ratas suelen evitar el contacto con los humanos, su proliferación no está exenta de consecuencias. Son portadoras de enfermedades como la leptospirosis, el hantavirus y diversos males gastrointestinales. Además, los parásitos que albergan, como pulgas y garrapatas, también representan un riesgo.
Su presencia en mercados y restaurantes es especialmente peligrosa, ya que pueden contaminar alimentos y superficies, elevando el riesgo de intoxicaciones.
Una llamada de atención global
El vínculo entre el cambio climático, la urbanización y el aumento de ratas es una señal de alerta para las autoridades de salud pública y medio ambiente. La investigación subraya la necesidad urgente de estrategias integrales que combinen mitigación climática, planificación urbana responsable y mejores prácticas de manejo de residuos.
En un planeta que se calienta, incluso las ratas se adaptan… y prosperan.