Redacción Frida Mendez
En los últimos años, se ha notado un considerable retorno de fauna silvestre a la Ciudad de México, mayormente en los espacios verdes y parques naturales. De acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), en lo que va del año hasta Julio, han regresado a la capital un total de 42 especies de aves, algunas endémicas y otras migratorias. En el año 2018, se registraron 355 especies de aves en la ciudad, estadística que ha incrementado a 397 para julio de este año.
Dentro de estas especies, Sedema resalta que han vuelto a ser vistos dos tipos de colibríes, el colibrí barba negra y el colibrí opaco, cuya presencia no se había registrado en décadas. Además, se han avistado otras especies en riesgo o con protección especial, como el mirlo azteca y el gavilán de Cooper en la Sierra de Guadalupe, así como la polluela sora en zonas húmedas y el charrán de Forster, una especie migratoria que actualmente se puede observar en el Parque Ecológico de Xochimilco.
El regreso de estos seres vivos se debe a una serie de acciones de conservación y revegetación llevadas a cabo en la ciudad. En el Parque Ecológico de la Ciudad de México se ha documentado la existencia del camaleón de montaña del Valle de México y la culebra terrestre del Centro en Xochimilco. También se ha avistado fauna como el lince americano, el venado cola blanca y el tejón mexicano en el Desierto de los Leones, una zona natural protegida.
Para monitorear la biodiversidad, Sedema ha implementado cámaras trampa en estas áreas, y a través de su cuenta en redes sociales ha compartido videos de los animales registrados. La secretaría atribuye este aumento en la biodiversidad a programas de revegetación que, durante el sexenio pasado, incluyeron la plantación de 50 millones de árboles y plantas en la ciudad. Igualmente se recuperaron más de 38 mil hectáreas de suelo de conservación y se crearon 19 espacios públicos con naturaleza, lo que ha generado mil 600 hectáreas adicionales de áreas verdes a los habitantes de la ciudad.
La mejora de áreas verdes en zonas urbanas por individuo es otra meta alcanzada resaltante, dado que aumentó de 14.5 metros cuadrados por habitante al inicio del periodo presidencial a 19.4 metros cuadrados. Asimismo, la cifra de especies nativas de plantas se expandió significativamente, de 20 a 80, lo que evidencia notable incremento de la biodiversidad vegetal en la ciudad.
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