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El sector agropecuario crece impulsado por la agricultura peruana

El sector agropecuario crece impulsado por la agricultura peruana

El sector agropecuario de Perú experimentó un crecimiento del 2,8% en los primeros nueve meses de 2024, comparado con el mismo periodo del año anterior, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). Este avance fue impulsado principalmente por el subsector agrícola, que registró un aumento del 3,8%. 

Los cultivos más destacados fueron la quinua, que creció un 71,7%, el arándano con un incremento del 25%, y el maíz amiláceo y la cebolla, que aumentaron un 20,8% y 19,1%, respectivamente. Este desempeño positivo fue posible por la ampliación de las áreas de cultivo y las condiciones climáticas favorables en regiones como Puno, Ayacucho, La Libertad, Lambayeque y Arequipa. 

Además, otros productos clave como la papa (+18,8%), alfalfa (+9,8%) y arroz cáscara (+9,1%) también vieron un incremento, gracias a mayores superficies cosechadas y mejores rendimientos en regiones como Puno, Apurímac y Piura. 

En el subsector pecuario, el crecimiento fue más modesto, alcanzando un 1,0%. Los principales aumentos fueron en la producción de pollo (+0,9%), porcino (+4,7%), pavo de engorde (+26,8%) y vacuno (+1,3%). Las regiones de Lima, Ica, San Martín y Huánuco destacaron por estos incrementos. El crecimiento del pavo se debió a la anticipación de la demanda para las fiestas de fin de año. 

Durante septiembre, el sector agropecuario también mostró un avance del 1,1% en comparación con el mismo mes de 2023. La producción de mango, fresa y limón en Piura y Lima fue especialmente alta, con incrementos del 148%, 115% y 39,3%, respectivamente. Además, cultivos como el maíz amarillo duro (+35%) y el arándano (+30,4%) contribuyeron al crecimiento del mes. 

Por su parte, el subsector pecuario creció un 2,1% en septiembre, impulsado por la producción de pollo (+2,3%), pavo (+41,1%) y leche cruda de vaca (+1,8%), principalmente en Lima, Arequipa y Puno. 

Este crecimiento refleja la importancia de la agricultura y la ganadería como motores de la economía nacional, destacándose por su resiliencia y capacidad de adaptación a las condiciones del mercado y del clima. 

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