Redacción: Alma Cataneo
México se prepara para enfrentar una temporada de calor inusualmente alta, con la llegada de la primera ola de calor estimada para finales de marzo de 2025. Se espera que esta ola de calor sea más intensa que en años anteriores, con temperaturas que podrían superar los 45°C en algunas regiones del país, sobre todo en las zonas del norte y noroeste.
De acuerdo con expertos del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, la primavera de 2025 tiene una probabilidad del 60% de ser más calurosa que las anteriores debido a factores climáticos globales, como el fenómeno de El Niño, que está generando un aumento en las temperaturas a nivel mundial. Esta situación podría intensificar la frecuencia y duración de las olas de calor en diversas regiones de México.
Regiones más afectadas por la ola de calor
- Norte y Noroeste: Los estados de Sonora, Sinaloa, Baja California y Chihuahua serán los más afectados, con temperaturas que podrían superar los 45°C durante el día, alcanzando niveles peligrosos para la salud.
- Sureste: Estados como Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Tabasco también enfrentan temperaturas extremas desde abril hasta agosto, con una persistente humedad que puede elevar la sensación térmica.
- Centro del país: En lugares como Ciudad de México, Puebla y Querétaro, las temperaturas rondarán los 30°C a 35°C, lo que representa un aumento respecto a los promedios habituales.
Las olas de calor en México no solo afectan a la población en general, sino que también tienen un impacto importante en la agricultura y los ecosistemas. Las altas temperaturas pueden generar sequías, afectando los cultivos y, en consecuencia, la disponibilidad de alimentos y el aumento de precios. Además, las zonas rurales podrían enfrentar problemas con la falta de agua, lo que pone en riesgo tanto a la población como al ganado.
En cuanto a la salud pública, se prevé un aumento en las enfermedades relacionadas con el calor, como golpes de calor, deshidratación y trastornos respiratorios. Las personas más vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas, deberán tomar medidas adicionales para evitar efectos adversos.
Los meteorólogos advierten que este patrón caluroso podría extenderse más allá de la temporada primaveral. La ola de calor podría continuar afectando al país hasta junio y julio, especialmente en las regiones de la Península de Yucatán y el sureste del país. Esto implica que las autoridades locales deberán estar preparadas para hacer frente a posibles olas de calor prolongadas y tomar medidas preventivas para proteger a la población.
Este panorama resalta la importancia de las políticas de adaptación al cambio climático en México, donde se deben implementar estrategias para enfrentar los efectos de las altas temperaturas y mitigar sus impactos.
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