Redacción: Amairany Ramírez
Las Islas Canarias, un archipiélago conocido por su biodiversidad única, enfrentan una grave amenaza ambiental. Con alrededor del 30 % de sus especies endémicas, es decir, exclusivas de estas islas, el ecosistema de Canarias está bajo presión por factores como la introducción de especies invasoras, la alteración de hábitats y el cambio climático. Este último factor, aunque menos estudiado, ha demostrado tener impactos devastadores en la fauna local, según una reciente investigación de la Universidad de Oviedo publicada en Science of The Total Environment.
Entre las especies más afectadas por el cambio climático se encuentra la tarabilla canaria, un pequeño pájaro insectívoro que solo habita en la isla de Fuerteventura. Un estudio comparativo realizado en 2024 ha revelado un descenso poblacional alarmante: la población actual de esta ave oscila entre 4,150 y 4,650 individuos, lo que representa una caída de entre el 63 % y el 70 % en menos de dos décadas.
Esta disminución también ha afectado la densidad de la especie, que ahora necesita áreas más extensas para sostener a su población. En 2024, el 50 % de los individuos se encontraron distribuidos en 246 km², un incremento significativo respecto a los 195 km² registrados en 2005-2006.
Los investigadores atribuyen esta drástica reducción a la disminución de las precipitaciones en Fuerteventura desde el primer censo de la tarabilla. La falta de lluvias afecta directamente el éxito reproductivo de esta especie, ya que influye en la disponibilidad de invertebrados, su principal fuente de alimento.
“Los periodos prolongados de sequía están teniendo consecuencias dramáticas sobre la distribución y abundancia de las aves insulares, con un impacto directo en su viabilidad futura”, explica el profesor Juan Carlos Illera, líder del estudio.
El fenómeno no solo afecta a la tarabilla canaria. Otras especies endémicas de la isla, como los bisbitas camineros y las currucas tomilleras, también muestran descensos en sus poblaciones, lo que evidencia un problema más amplio para la biodiversidad local.
La investigación subraya la urgencia de implementar medidas que mitiguen los efectos del cambio climático y protejan los hábitats de estas especies. La preservación de la biodiversidad en islas como Canarias es esencial, no solo por su valor ecológico, sino porque representan ecosistemas extremadamente sensibles a los cambios ambientales.
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