Redacción: Guicel Garrido
Los pulpos son especies increíblemente inteligentes, gracias a su capacidad para cambiar de color y textura, se han vuelto animales realmente interesantes, pero su habilidad de camuflaje no es lo más sorprendente de ellos. Recientes investigaciones han revelado que el cerebro del pulpo es uno de los más complejos del reino animal.
Una cualidad muy peculiar que poseen es la distribución de su cerebro. Mientras que otros mamíferos tienen un cerebro centralizado con un solo núcleo, el del pulpo está distribuido en varios centros, lo que le permite procesar información de manera descentralizada. Esta disposición le ofrece gran capacidad para tomar decisiones de forma independiente y adaptarse a su entorno de manera efectiva.
¿Qué significa esto?
La inteligencia de estos animales les da la capacidad de enfrentarse a desafíos complejos, que superan mediante el desarrollo de estrategias. Se ha observado que son capaces de obtener alimento con métodos de caza sofisticados, como camuflarse, imitar a otros animales marinos o utilizar señuelos para distraer a sus presas. Su cerebro flexible le permite aprender e incluso cambiar de estrategias que obtiene gracias a comportamientos aprendidos en su entorno.
Aunque se han obtenido avances significativos sobre la inteligencia de los pulpos, aún hay demasiadas áreas que estudiar sobre su comportamiento, socialización y aprendizaje. Sin embargo, estos pequeños animales son la prueba de que la inteligencia no está limitada a ciertas especies, sino que es una cualidad distribuida en todo ser vivo, con motivaciones u objetivos diversos.