Redacción Marlone Serrano
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el estado de Tamaulipas protagonizó una de las movilizaciones ambientales más amplias del país, al organizar una jornada de limpieza simultánea en los 43 municipios de la entidad. Estudiantes, docentes, servidores públicos y vecinos se sumaron a la causa, demostrando que la acción local puede ser una herramienta poderosa frente a los desafíos globales del cambio climático.
La titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), Karina Lizeth Saldívar Lartigue, destacó que esta actividad fue más allá de recolectar basura: “No es solo limpiar un lugar, es sembrar conciencia”, señaló. Para la funcionaria, cada bolsa recolectada representa una oportunidad para crear entornos más sanos, pero también una semilla para el cambio cultural y social necesario ante la emergencia ambiental.
Este tipo de acciones dialogan directamente con lo expuesto en el Panel 9 del foro “ABC para un México Sustentable”, titulado “Retos e impactos en el manejo de residuos en los municipios y ciudades ante la crisis climática y ambiental actual”, donde especialistas analizaron casos de éxito y fracaso en la gestión de la basura en el país. La coincidencia entre la práctica y el diagnóstico es clara: sin una ciudadanía activa, sin coordinación intergubernamental, y sin educación ambiental desde la infancia, los esfuerzos por frenar el deterioro ambiental seguirán siendo insuficientes.
Durante el panel del foro ABC, se enfatizó que la basura no es solo un problema logístico, sino una expresión del modelo de consumo, de desigualdad y de falta de políticas públicas integrales. Mientras algunas ciudades han logrado implementar esquemas exitosos de reciclaje y separación, otras se enfrentan a rellenos sanitarios colapsados, contaminación de cuerpos de agua y ausencia de infraestructura.
En ese contexto, la jornada tamaulipeca resalta como una acción con alto valor simbólico y operativo. Pero, como apuntaron expertos en el foro, estas campañas deben ir acompañadas de políticas sostenidas, legislación eficaz y participación ciudadana permanente.
Saldívar Lartigue concluyó que este ejercicio es parte de la visión humanista del gobierno de Américo Villarreal Anaya, que busca hacer del cuidado ambiental un eje de comunidad, ética y futuro. Sin embargo, la experiencia mexicana en manejo de residuos recuerda que limpiar no basta: la transformación comienza cuando se convierte en hábito, sistema y cultura.
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