Redacción Frida Mendez
El grupo metalúrgico noruego Norsk Hydro ha optado por reorientar su estrategia y no utilizar más fondos a sus operaciones vinculadas a las baterías y el hidrógeno verde. Estas zonas ya no se ven como fundamentales para su desarrollo futuro, por lo que se suprimirán de manera gradual. En su lugar, la empresa iniciará un programa de inversión de 6.500 millones de coronas (556 millones de euros) con la meta de fortalecer la resistencia de la empresa y potenciar su habilidad para producir valor.
Norsk Hydro ha adoptado esta decisión como un componente de su plan a largo plazo para 2030, con la intención de ajustarse a las duras circunstancias del mercado en estos sectores. Así, las empresas de baterías y el hidrógeno verde quedarán fuera de la estrategia de expansión de la compañía, aunque seguirá respaldando algunos proyectos, como el reciclaje de baterías con Hydrovolt y algunas pruebas de hidrógeno verde en la unidad de reciclaje de Hoyanger.
El grupo llevará a cabo un programa de 6.500 millones de coronas noruegas, enfocado en optimizar las operaciones, perfeccionar las compras y alcanzar la excelencia en el comercio. Este proyecto está diseñado para producir un efecto considerable en la empresa hacia 2030, con acciones determinadas para aumentar la eficacia operacional, mejorar los procesos de suministro y reforzar los ingresos a través de un énfasis en productos más sostenibles y ecológicos.
Además, planea un desembolso de 15.000 millones de coronas (1.284 millones de euros) en inversiones para el año 2024, con un porcentaje constante de dichos fondos otorgados a iniciativas que promuevan un crecimiento beneficioso. También, conserva una perspectiva de inversión parecida para los próximos años, con una variación de entre 1.000 y 2.000 millones de coronas al año, dependiendo de las condiciones del mercado.
Norsk Hydro mantiene su compromiso con su posición de liderazgo en la fabricación de soluciones de aluminio de impacto ambiental reducido. La empresa insiste en que el aluminio es un recurso esencial para la Unión Europea, y la demanda de este material se incrementará considerablemente en el 2050, impulsada por industrias como los automóviles eléctricos y la energía limpia. Aunque enfrenta presiones a corto plazo, la organización confía en que su estrategia de sostenibilidad y su posición en el mercado le facilitarán su crecimiento a largo plazo en un mundo que demanda soluciones más respetuosas con el medio ambiente y con menos emisiones de carbono.
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