Redactor: Sam Torne
La tragedia en Asheville: 30 muertos y 600 desaparecidos tras el paso del huracán Helene
Asheville, una ciudad de Carolina del Norte que durante mucho tiempo fue considerada un refugio seguro frente al cambio climático debido a su ubicación montañosa y clima templado, ha sufrido una devastación sin precedentes tras el paso del huracán Helene. Lo que antes se percibía como un santuario climático se ha convertido en el escenario de una tragedia con más de 30 muertos y 600 personas desaparecidas, este evento ha puesto en tela de juicio la noción de los “refugios climáticos” en un mundo que enfrenta cada vez más fenómenos meteorológicos extremos.
El huracán Helene, que azotó la costa sureste de los Estados Unidos el 26 de septiembre, tocó tierra en Florida como un huracán de categoría 4 y rápidamente se desplazó hacia el interior, afectando a varios estados, incluyendo Carolina del Norte, con vientos de más de 200 km/h y lluvias torrenciales, el ciclón causó estragos en Asheville, provocando deslizamientos de tierra, inundaciones y el colapso de infraestructuras clave en la región.
El condado de Buncombe, donde se encuentra Asheville, ha sido uno de los más afectados, con más de 76 centímetros de lluvia acumulados en menos de 48 horas, las autoridades locales informaron que, además de las 30 víctimas mortales confirmadas, cientos de personas aún están desaparecidas mientras los equipos de rescate luchan contra el tiempo para localizarlas.
Desafíos para un Refugio Climático
Durante años, Asheville había sido vista como un refugio frente a los efectos del cambio climático, debido a su distancia de la costa y su ubicación montañosa, que parecía protegerla de huracanes y olas de calor. Sin embargo, los eventos recientes demuestran que ningún lugar está completamente a salvo. Antonia Sebastian, experta en ciencias ambientales de la Universidad de Carolina del Norte, explicó que «el cambio climático está afectando a todos los lugares del mundo, aunque no de manera uniforme, todos sufrimos sus consecuencias».
El concepto de «refugio climático» ha sido puesto en entredicho por varios expertos; Kristina Dahl, científica climática de la Unión de Científicos Preocupados, señaló que el término es engañoso, ya que la creciente frecuencia y magnitud de los eventos extremos dejan en claro que ninguna comunidad puede considerarse inmune. Asheville, un destino previamente considerado seguro, ahora enfrenta su propia lucha contra los desastres naturales.
¿Qué sigue para Asheville y otras ciudades?
El huracán Helene ha dejado lecciones difíciles de ignorar, la planificación urbana y la infraestructura de Asheville no estaban preparadas para soportar un evento de esta magnitud, lo que ha llevado a los líderes locales a replantearse cómo construir una ciudad más resiliente frente al cambio climático. Dave Reidmiller, director del Centro Climático del Instituto de Investigación del Golfo de Maine, enfatizó que las ciudades deben comenzar a invertir seriamente en infraestructura de mitigación climática. «Es mejor pagar por la preparación climática ahora que enfrentar los devastadores costos más adelante», afirmó. Además, Reidmiller sugirió que las ciudades como Asheville deben considerar reconstruir sus infraestructuras de manera más resistente para soportar tormentas más intensas y frecuentes.
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