Redacción: Amairany Ramírez
En un mundo donde la moda cambia a toda velocidad, la cantidad de ropa que se produce y consume es enorme, generando un gran impacto en nuestro medio ambiente. La industria textil es responsable de problemas serios como el consumo excesivo de agua y otros recursos, la contaminación del suelo y el aire, y es una de las fuentes principales de microplásticos que llegan a los océanos. De hecho, se calcula que hasta el 73% de la ropa que se produce cada año termina siendo quemada o tirada a la basura.
Ante esta situación, una alternativa gana fuerza día a día: la ropa de segunda mano. Comprar prendas que ya tuvieron un dueño antes se ha vuelto una práctica cada vez más común y visible, atrayendo a gente nueva dispuesta a comprar menos ropa nueva para ayudar al planeta.
El simple hecho de elegir o comprar una prenda de segunda mano ya es una acción completamente sostenible. ¿Por qué? Porque le estás dando una “segunda vida” a esa pieza. Esto ayuda a frenar la enorme producción de ropa nueva en el mundo, reduce la emisión de gases de carbono, ahorra energía y recursos.
Según especialistas, usar ropa de segunda mano es una forma concreta de contribuir al cuidado del planeta. Es una alternativa que nos permite reflexionar si realmente necesitamos comprar más ropa nueva.
Consejos para tus compras de segunda mano
Aunque el solo acto de reutilizar ya es sostenible, hay cosas que puedes considerar para sacarle el máximo provecho a tus prendas:
- Revisa su estado: Asegúrate de que la prenda no tenga grandes defectos o esté sucia. Si encuentras alguna imperfección, ¡intenta repararla! Esto alargará aún más su vida útil.
- Conoce su origen: Interesarte por la historia de la prenda puede darle un toque especial. Organizaciones como NGOimpacto o Fashion Revolution México promueven la importancia de saber de dónde viene nuestra ropa, incluso la de segunda mano.
Expertos de la UNAM señalan que es clave informarse sobre el origen y los procesos de fabricación de la ropa, incluso en la segunda mano. Además, nos invitan a reducir nuestro consumo general y a no dejarnos llevar por las modas pasajeras o los mensajes de marketing que se disfrazan de “ecológicos” sin serlo realmente (lo que se conoce como greenwashing).
Optar por la ropa de segunda mano no solo es una forma inteligente y más accesible para tu bolsillo de mantener tu estilo, sino que es una poderosa acción para reducir la contaminación y cuidar nuestro planeta. Es hora de atreverse a darle una segunda oportunidad a la ropa.
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