Redacción: Inés Arroyo
La transición energética es uno de los retos más importantes de la actualidad. Ante el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los países están buscando alternativas más sostenibles para producir electricidad. En este contexto, dos opciones destacan: la energía nuclear y las energías renovables, como la solar, eólica e hidráulica. Ambas tienen características particulares que continúan generando debate sobre cuál es la más viable a largo plazo.
En 2024, las energías renovables en España representaron el 52,1% de la electricidad generada, con la energía eólica como la principal fuente, alcanzando un 24,6%. Le siguen la solar y la hidráulica. Comparado con la energía nuclear, que solo aportó el 22%, las renovables están ganando terreno de manera significativa. Esto refleja los avances tecnológicos y la reducción de costos en las energías renovables, especialmente en solar y eólica.
Las energías renovables tienen varias ventajas: son limpias, no generan residuos peligrosos y son inagotables. Además, su implementación es más rápida. Un parque solar o eólico puede estar operativo en poco tiempo, mientras que una planta nuclear tarda entre 7 y 9 años en construirse. Los costos de las renovables también han bajado considerablemente, mientras que los de la energía nuclear siguen siendo altos debido a la construcción y el mantenimiento de las plantas.
La energía nuclear, por su parte, tiene la ventaja de generar grandes cantidades de electricidad de forma constante, sin depender de las condiciones climáticas. Esto la convierte en una fuente confiable, especialmente para países con menos recursos naturales para las renovables. Sin embargo, la gestión de residuos radiactivos y el riesgo de accidentes siguen siendo grandes desafíos. Además, las plantas nucleares requieren una inversión inicial considerable, lo que limita su expansión.
En cuanto a la inversión, las energías renovables son más eficientes. Con la misma cantidad de dinero, una planta solar o eólica puede generar mucha más electricidad que una planta nuclear. Por ejemplo, con 4.000 millones de euros, una planta solar puede generar un 179% más de electricidad que una planta nuclear.
A pesar del crecimiento de las energías renovables, existen retos. La energía solar y eólica dependen de las condiciones climáticas, lo que requiere el uso de sistemas de almacenamiento de energía para garantizar un suministro constante. Además, es necesario actualizar las infraestructuras eléctricas para aprovechar al máximo estas fuentes de energía.
En conclusión, aunque la energía nuclear sigue siendo relevante en algunas regiones, las energías renovables están ganando cada vez más espacio. Con avances tecnológicos y costos en constante caída, las energías solar y eólica se perfilan como las opciones más competitivas y sostenibles para afrontar el desafío de la transición energética.
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