Ciencia ambiental

Revolución ecológica: bacterias venezolanas transforman el futuro de los combustibles

Revolución ecológica: bacterias venezolanas transforman el futuro de los combustibles
Revolución ecológica: bacterias venezolanas transforman el futuro de los combustibles

En la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (Idea), se lleva a cabo un innovador proyecto que busca eliminar el azufre de los combustibles mediante el uso de bacterias autóctonas de Venezuela. El objetivo es reducir el impacto ambiental de los combustibles derivados de las refinerías, utilizando una tecnología ecológica llamada biodesulfuración. 

Laynet Puentes, titular de la Dirección de Energía y Ambiente, explicó que las refinerías deben cumplir con normativas internacionales que limitan el contenido de azufre en los combustibles. Este elemento, cuando se quema, se convierte en dióxido de azufre y, al reaccionar con la humedad del aire, forma ácido sulfúrico. Este ácido cae sobre el suelo y el agua, alterando su química y afectando los ecosistemas, un fenómeno conocido como acidificación del ambiente. 

El proyecto busca implementar una biodesulfuración bacteriana combinada con catalizadores químicos, con el fin de que las corrientes de refinería cumplan con los estándares internacionales sin comprometer la calidad del medio ambiente. “El reto es tratar las corrientes de refinería, que actualmente contienen altos niveles de azufre, para que puedan ser usadas como combustibles de forma sostenible”, señaló Puentes. 

Lo que hace único este estudio es que tanto las bacterias utilizadas como las corrientes de refinería provienen de Venezuela. Estas bacterias, aisladas y estudiadas en el país, son especialmente eficaces para tratar los compuestos azufrados de los crudos venezolanos. 

Además, este proyecto tiene un componente educativo importante. La investigación busca generar conciencia sobre el impacto del azufre en el ambiente, como la corrosión de infraestructuras metálicas, y resaltar la importancia de controlar su contenido en los combustibles. 

Este avance coloca a Venezuela en una posición pionera en el uso de biotecnología para enfrentar problemas ambientales en la industria energética. 

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