Salvar los árboles de León: como el control del muérdago protege el bosque urbano

Redactor: Sam Torne 

En León, Guanajuato, una plaga de muérdago ha afectado a una gran parte de la masa forestal urbana, poniendo en riesgo la salud de los árboles de la ciudad. Este parásito vegetal, que penetra la corteza de los árboles para absorber sus nutrientes, ha impactado a cerca del 50 % del arbolado, lo que representa aproximadamente 400,000 árboles. La propagación del muérdago también ha sido facilitada por las aves, que llevan las semillas a nuevas áreas debido a sus hábitos de anidación en los árboles infectados. 

Desde 2021, la Dirección de Medio Ambiente de León ha implementado un plan intensivo de saneamiento con cuadrillas especializadas, logrando intervenir más de 32,000 árboles en distintas zonas de la ciudad. Este año, las cuadrillas ya han tratado más de 10,000 ejemplares, a través de poda fitosanitaria y control específico de nutrientes para cada caso. Sin embargo, aunque se ha logrado un control considerable de la plaga, los expertos admiten que la erradicación total es improbable, por lo que los esfuerzos se centran en su manejo y control para evitar la pérdida masiva del arbolado urbano. 

Los expertos recomiendan una detección temprana y el reporte ciudadano de árboles afectados para facilitar una intervención oportuna. De acuerdo con Ricardo Ibelles, director de la Fundación de Rescate Arbóreo, el muérdago se expande rápidamente y se vuelve más difícil de tratar cuando el árbol está altamente infectado. Por lo tanto, realizar la poda con herramientas especializadas y la eliminación manual de las primeras ramas afectadas son técnicas fundamentales para controlar la propagación de esta plaga​. 

Las autoridades también han solicitado a los ciudadanos que reporten cualquier caso sospechoso de muérdago en sus áreas cercanas. La alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez, ha apoyado la iniciativa de plantar más árboles en la ciudad para contrarrestar la pérdida del arbolado debido a esta plaga y otros factores como la tala y los incendios forestales. En la zona urbana, ya se han plantado más de 25,000 árboles como parte de una estrategia a largo plazo para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto ambiental. 

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