Telluride, Colorado – Un oso negro macho fue sacrificado por funcionarios de vida silvestre de Colorado tras una larga agonía causada por la ingesta de basura. La triste historia revela la necesidad urgente de abordar el manejo de la basura y la convivencia con la vida silvestre en las áreas montañosas de Colorado.
El llamado de auxilio llegó después de que múltiples residentes preocupados en Telluride informaron sobre un oso que mostraba comportamientos inusuales y preocupantes. Los funcionarios de vida silvestre se movilizaron para evaluar la situación y encontraron al oso en un estado crítico.
Durante la necropsia, los investigadores hicieron un hallazgo escalofriante: los intestinos del oso estaban bloqueados por una mezcla de toallas de papel, toallitas húmedas, bolsas de plástico y material no digerible. «El contenido era basura… no pudo avanzar hasta el intestino inferior», explicó John Livingston, portavoz de Parques y Vida Silvestre de Colorado.
Esta obstrucción impidió al oso absorber los nutrientes necesarios, lo que llevó a una pérdida considerable de peso y una lenta y dolorosa inanición. «Estar comiendo y comiendo y no poder descomponer nada de esa comida habría sido una forma realmente triste y horrible para que ese oso sufriera mientras moría», lamentó Livingston.
El oso, que pesaba alrededor de 180 kilos, habría padecido hambre durante meses antes de su trágico final. Además de los problemas intestinales, presentaba otros síntomas alarmantes, como espuma alrededor de la boca e inflamación ocular, indicando que estaba luchando contra una infección.
«Los osos pueden oler cosas hasta a cinco millas de distancia», advirtió Livingston, subrayando la importancia de evitar la presencia constante de osos cerca de las áreas residenciales. La vida silvestre de Colorado insta a los residentes y visitantes a tomar medidas para proteger sus hogares y la vida de estos animales.
La decisión de sacrificar al oso fue tomada por razones de salud y seguridad tanto del animal como de los residentes. Aunque fue una decisión difícil, la comunidad reconoció la necesidad de evitar más sufrimiento al oso. Livingston aseguró: «No dejamos que este oso sufriera».
Esta trágica historia sirve como recordatorio de la responsabilidad compartida de proteger la vida silvestre y manejar adecuadamente la basura en las áreas donde los osos y los humanos comparten su entorno. Las medidas como el uso de contenedores de basura a prueba de osos y la eliminación segura de residuos son esenciales para garantizar la seguridad de ambas especies en estas regiones montañosas.
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