Redactor: Sam Torne
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) ha comenzado oficialmente en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, con el objetivo de establecer un fondo mundial para la conservación de la biodiversidad y los recursos genéticos. Este evento reúne a cerca de 23,000 delegados de 141 países, incluyendo altos funcionarios como presidentes y ministros de medio ambiente, quienes discutirán las políticas necesarias para abordar la crisis ecológica actual.
Uno de los principales objetivos de la COP16 es la creación de una arquitectura financiera que permita la conservación de la biodiversidad de manera efectiva. La ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, y la secretaria ejecutiva del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), Astrid Schomaker, enfatizaron la necesidad de pasar de las palabras a los hechos, subrayando que el futuro de la vida en nuestro planeta depende de las acciones que se tomen en este foro.
Las negociaciones en esta cumbre se centrarán en varios foros temáticos, que incluyen la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal y el financiamiento para la conservación. Se espera que estas discusiones resulten en compromisos concretos que beneficien a la biodiversidad y a las comunidades que dependen de ella.
Un fondo global para la conservación
Uno de los hitos más esperados es la creación de un fondo destinado a la repartición de beneficios derivados de los recursos genéticos. Esto se plantea como una forma de incentivar al sector privado a contribuir económicamente a la conservación cuando se benefician de los recursos de los países. La ministra Muhamad destacó que este fondo no solo debe acumular recursos, sino que también debe ser transparente y accesible para todos los países participantes.
Otro resultado esperado de la COP16 es la aprobación de un programa de trabajo que empodere a los pueblos indígenas y comunidades locales, quienes son considerados los «guardianes de la naturaleza». Muhamad afirmó que estas comunidades deben ser protagonistas en el proceso de conservación, participando activamente en la toma de decisiones y en la gestión de recursos. Este enfoque no solo busca preservar la biodiversidad, sino también reconocer la valiosa contribución de estas comunidades en la lucha contra el cambio climático.
La COP16 no solo es un evento donde se establecen metas y se firman acuerdos; también es un espacio para la movilización de la sociedad civil. Se espera que se generen declaraciones significativas y compromisos colectivos que impulsen la conservación de la biodiversidad a nivel global. Con la participación activa de gobiernos, organizaciones y ciudadanos, se busca catalizar un cambio real en la forma en que se aborda la crisis ecológica.
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