Redacción: Arturo Cruz
El mundo científico da un paso decisivo en la lucha contra la contaminación marina. Investigadores del Centro RIKEN y la Universidad de Tokio han desarrollado un nuevo tipo de plástico biodegradable capaz de disolverse en agua salada en tan solo unas horas, sin dejar rastro de microplásticos ni emisiones contaminantes.
A diferencia de otros bioplásticos, este material no solo conserva la resistencia del plástico convencional, sino que también es no tóxico, no inflamable y puede ser descompuesto por bacterias marinas comunes, lo que lo convierte en una solución sostenible real para el futuro del embalaje y los productos de un solo uso.
Aunque aún no se encuentra disponible comercialmente, el desarrollo ya ha captado la atención de diversas industrias interesadas en sustituir el plástico tradicional. Se trata de una innovación que podría marcar un antes y un después en la lucha global por limpiar nuestros océanos.
Lugar: Japón (RIKEN y Universidad de Tokio)
Impacto: Reducción potencial de millones de toneladas de microplásticos marinos Recomendación: Da el primer paso: reduce tu uso de plásticos desechables mientras la ciencia trabaja por un mundo más limpio.