La restauración de la presa Endhó en Hidalgo es uno de los primeros grandes retos que enfrenta Alicia Bárcena como secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Esta presa ha estado recibiendo aguas residuales de la Ciudad de México y otras industrias locales, lo que ha provocado una grave contaminación del agua y del ecosistema circundante. La zona afectada, que abarca más de 36,000 hectáreas, fue declarada como área de restauración ecológica por el gobierno federal en un decreto de septiembre de 2024.
El plan de restauración busca regenerar los ecosistemas dañados mediante diversas acciones, como la reforestación, el control de especies invasoras, la mejora de la calidad del agua, y el saneamiento de tiraderos y basureros ilegales. Una de las prioridades será mejorar la planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco, que desempeñará un papel clave en la reducción de la contaminación hídrica en la región.
Uno de los principales desafíos de este proyecto es la coordinación entre las diversas dependencias federales, estatales y locales, así como con las comunidades afectadas. Bárcena ha señalado que a partir de octubre de 2024 se comenzarán recorridos en las zonas afectadas para dialogar con los habitantes y evaluar las necesidades más urgentes, incluyendo la salud de quienes han sufrido problemas derivados de la contaminación.
Este proceso de restauración se estima que podría durar hasta 12 años debido a la magnitud del daño y las complejidades técnicas del proyecto. Sin embargo, el compromiso por parte del gobierno federal y la participación activa de las comunidades locales marcan un paso importante hacia la recuperación ambiental de esta región.
La presa Endhó representa no solo un reto ambiental, sino también social, ya que su restauración podría mejorar significativamente la calidad de vida de las personas en los municipios de Hidalgo afectados por la contaminación.
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