La construcción del Tren Maya, uno de los proyectos emblemáticos del gobierno mexicano, ha generado una nueva controversia. Diversas organizaciones y comunidades locales han denunciado daños ambientales severos causados por el uso de dinamita en los trabajos de construcción, particularmente en las zonas selváticas del sureste de México. Estas denuncias se suman a una serie de críticas que el proyecto ha enfrentado desde su inicio, relacionadas principalmente con su impacto ambiental y social.
Las denuncias recientes señalan que el empleo de dinamita para abrir paso a la infraestructura del Tren Maya está afectando gravemente la flora y fauna de la región. Según informes de organizaciones ambientalistas, los estallidos no solo destruyen grandes áreas de vegetación, sino que también alteran los hábitats de numerosas especies, algunas de ellas en peligro de extinción. Este impacto podría tener consecuencias a largo plazo para la biodiversidad de la región.
Uno de los puntos críticos es la afectación de cenotes y sistemas de ríos subterráneos, característicos de la península de Yucatán. Los expertos advierten que las explosiones podrían provocar el colapso de estos sistemas, lo que no solo significaría una pérdida ecológica irreparable, sino también riesgos para las comunidades que dependen de estas fuentes de agua.
Las comunidades locales, principalmente las indígenas, han expresado su preocupación por los efectos que estas prácticas están teniendo en su entorno natural. Muchos habitantes han señalado que no fueron consultados adecuadamente sobre el uso de dinamita y que los impactos no se han comunicado de manera transparente.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ
Agregar comentario