Fuente: Expansión
Dentro de los 17 objetivos que la Agenda 2030 mantienen al mundo buscando compromisos serios de desarrollo, destaca, sin duda, el relativo al medio ambiente.
Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).
Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible.
Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica.
Y esto es un punto a resaltar, ya que son pocos los avances, y muchos los problemas que se acercan.
En junio, la NASA publicó una imagen del globo terráqueo en donde se evidencia la ola de calor en tonalidades amarillas y naranjas debido a las altas temperaturas que se están presentando en gran parte del hemisferio occidental del planeta.
La ola de calor mostrada por la agencia espacial afecta principalmente a países de Europa y se extiende por los continentes de África y Asia, y ha sido captada por los satélites que orbitan el planeta Tierra y muestran un escenario catastrófico.
En la imagen compartida se observan tonalidades en amarillo y rojo intenso en lugares en donde las temperaturas han superado los 40°centígrados.
Los científicos señalan que será en el 2100 cuando la proyección mediana es que la mayoría de las regiones en los trópicos y subtrópicos superarán el umbral del índice de calor peligroso en la mayoría de los días de cada año.
Lo más preocupante es que las investigaciones tienden a que muchas regiones en las latitudes medias experimentarán valores de índice de calor peligrosos entre 15 y 90 días cada año.
En instituciones de ciencia de todo el mundo, concluyen en que muchas personas que viven en regiones tropicales están expuestas a valores de índice de calor peligrosamente altos durante la mayoría de los días de cada año típico.
“Mientras que otros gases de efecto invernadero contribuyen al cambio climático en escalas de tiempo decenales a centenarias, las concentraciones atmosféricas de CO2 están altamente correlacionadas con el cambio de temperatura media global en una variedad de escenarios de cambio climático”.
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