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El reemplazo de la pared del ojo del huracán: un nuevo desafío meteorológico 

Redacción: Inés Arroyo 

Los huracanes son fenómenos naturales complejos y a menudo impredecibles. Uno de los procesos menos conocidos que afectan su intensidad es el reemplazo de la pared del ojo del huracán. Este fenómeno puede cambiar drásticamente la fuerza de un ciclón al tocar tierra, generando un mayor riesgo para las comunidades cercanas. 

Recientemente, el huracán Milton alcanzó la categoría 5 con vientos de más de 280 km/h. Sin embargo, al entrar en el ciclo de reemplazo de su ojo, sus características cambiaron. El Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. informó que, tras este reemplazo, Milton volvió a intensificarse, aumentando la preocupación entre las autoridades. 

Los huracanes se componen de tres partes: el ojo, la pared del ojo y las bandas de lluvia. La pared del ojo es donde se encuentran los vientos más fuertes y las tormentas más intensas. Cuando un huracán se fortalece, la pared del ojo puede estrecharse y volverse más intensa, dando lugar a la formación de una nueva pared externa. Este proceso puede llevar de 12 a 18 horas o incluso hasta varios días en completarse. 

El meteorólogo Ernesto Rodríguez, del Servicio Nacional de Meteorología de EE. UU., explica que este ciclo actúa como un mecanismo de estabilización. Sin embargo, después de completarse, el huracán puede intensificarse nuevamente, lo que representa un desafío adicional para las autoridades que se preparan para su llegada. 

Con el cambio climático provocando un aumento en la frecuencia y la intensidad de los huracanes, entender estos procesos es crucial. La capacidad de un huracán para transformarse rápidamente complica la preparación y respuesta ante desastres, haciendo que la vigilancia continua y las estrategias de mitigación sean más importantes que nunca.