El turismo de naturaleza, que atrae a viajeros en busca de experiencias inmersivas en entornos naturales, está en aumento en todo el mundo. Sin embargo, esta creciente industria no está exenta de consecuencias negativas para la fauna silvestre.
Según la Secretaría de Turismo de México, el turismo de naturaleza implica viajes con el propósito de realizar actividades recreativas en contacto directo con la naturaleza y las expresiones culturales, con el compromiso de conocer, respetar, disfrutar y participar en su conservación.
La Sociedad Internacional de Ecoturismo, por su parte, define el ecoturismo como un viaje responsable a espacios naturales que conserva el medio ambiente, respeta a las comunidades locales e implica interpretación y educación.
Rose Marie Menacho Odio, investigadora del Programa de Manejo de Recursos Naturales de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, advierte sobre los riesgos asociados con la expansión del turismo de naturaleza y ecoturismo en su país, señalando que se deben tomar medidas para minimizar el impacto en la vida silvestre.
Menacho Odio, quien fue invitada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en su conferencia «Riesgos de la urbanización para la fauna silvestre en los espacios de turismo sostenible y ecoturismo», enfatizó la importancia de la responsabilidad en la explotación de estas actividades.
Expuso que Costa Rica, conocida por su impresionante biodiversidad, es uno de los destinos líderes en la explotación del turismo de naturaleza y ecoturismo. Sin embargo, incluso en este paraíso natural, la fauna silvestre enfrenta graves amenazas. Un ejemplo preocupante es la colisión de aves con ventanas en las casas de Monteverde.
Debido a que los vidrios reflejan el paisaje, aves como colibríes, jilgueros, pericos, tucanes y quetzales a menudo chocan con ellos, resultando en la muerte instantánea de estas criaturas.
Para prevenir estas tragedias, Menacho Odio recomienda la instalación de barras, cuerdas, adhesivos, mallas y cedazos en las ventanas. Aunque estas medidas pueden afectar la estética de las construcciones, alertan a los animales sobre la presencia de un obstáculo y reducen las colisiones.
Otro problema que enfrenta la fauna silvestre en zonas turísticas es el peligro de las carreteras.
Aunque estas son esenciales para el transporte de personas y alimentos, también fragmentan hábitats y causan la muerte de numerosos animales.
Para abordar este problema, dijo, se están implementando iniciativas de ciencia ciudadana, que incluyen fotografiar a los animales atropellados para concienciar a la población, así como la construcción de pasajes subterráneos y puentes aéreos para permitir que los animales crucen las carreteras de manera segura.
Las redes de distribución eléctrica también son una fuente de peligro para la fauna silvestre, ya que los cables quedan tendidos entre árboles y postes, lo que puede llevar a electrocuciones de animales como los monos. Para mitigar este problema, se sugiere la poda preventiva de ramas, el aislamiento de líneas eléctricas y transformadores, la instalación de pasos aéreos y la identificación de áreas prioritarias para la vida silvestre.
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