Redactor: Sam Torne
La contaminación por micro plásticos ha emergido como una preocupación ambiental significativa en las últimas décadas. Sin embargo, estudios recientes indican que estos diminutos fragmentos de plástico podrían estar desempeñando un papel alarmante en la proliferación de bacterias resistentes a los antibióticos, representando una amenaza directa para la salud humana.
Los micro plásticos, definidos como partículas de plástico menores a cinco milímetros, ofrecen superficies ideales para la formación de biopelículas bacterianas, conocidas como «plastisferas». Estas biopelículas permiten que las bacterias se agrupen y compartan material genético, incluyendo genes responsables de la resistencia a antibióticos.
Un estudio publicado en Applied and Environmental Microbiology reveló que la exposición de Escherichia coli a micro plásticos durante 5 a 10 días resultó en el desarrollo de resistencia a múltiples antibióticos, incluso en ausencia de estos fármacos en el entorno.
La hidrofobicidad inherente de los plásticos facilita la formación de biopelículas más densas y resistentes en comparación con otros materiales. Estas biopelículas actúan como escudos protectores, dificultando la acción de los antibióticos y del sistema inmunológico contra las bacterias alojadas en ellas. Además, la movilidad de los micro plásticos en ambientes acuáticos permite que estas bacterias resistentes se dispersen ampliamente, aumentando el riesgo de que entren en contacto con humanos y otros organismos.
La propagación de bacterias resistentes a antibióticos es una preocupación creciente a nivel mundial. Infecciones que anteriormente eran tratables se están volviendo más difíciles de manejar, lo que lleva a estancias hospitalarias más prolongadas y aumenta la mortalidad. La interacción entre micro plásticos y bacterias en ambientes acuáticos podría estar exacerbando esta crisis sanitaria.
Investigaciones han demostrado que los micro plásticos no solo transportan bacterias resistentes, sino que también pueden facilitar el intercambio de genes de resistencia entre diferentes especies bacterianas, amplificando el problema.
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