Redactor: Sam Torne
La lactancia materna no solo ofrece beneficios significativos para la salud de los bebés y las madres, sino que también ha demostrado ser una práctica amigable con el medio ambiente. Al evitar el uso de fórmulas infantiles que requieren producción industrial, envases plásticos y distribución masiva, la lactancia contribuye a reducir la huella de carbono, minimizando el impacto ambiental. Esta práctica es un recurso natural y renovable, lo que la convierte en una opción sostenible frente a las fórmulas artificiales.
En la producción de fórmulas infantiles se utilizan grandes cantidades de energía y recursos naturales, desde la crianza de ganado para obtener leche hasta la manufactura y el transporte de los productos. Además, los envases plásticos y metálicos que contienen estas fórmulas generan residuos que tardan años en descomponerse. La lactancia materna, por otro lado, no requiere de estos procesos industriales, lo que la convierte en una opción que contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero-
Además de ser una opción más amigable con el planeta, la leche materna es considerada el alimento ideal para los recién nacidos. Proporciona todos los nutrientes que el bebé necesita durante los primeros seis meses de vida, fortaleciendo su sistema inmunológico y reduciendo el riesgo de infecciones respiratorias y gastrointestinales. Para las madres, amamantar también reduce el riesgo de hemorragias postparto y ciertos tipos de cáncer, como el de mama y ovarios.
Lactancia materna y sostenibilidad
La lactancia materna ha sido reconocida en diversas campañas globales como una práctica clave para el desarrollo sostenible. Organizaciones como la OMS y UNICEF destacan la importancia de fomentar esta práctica en todo el mundo, no solo por sus beneficios de salud, sino también por su contribución a la sostenibilidad ambiental. La Semana Mundial de la Lactancia Materna, celebrada cada año, promueve este mensaje, subrayando cómo amamantar es una acción que beneficia tanto a las familias como al planeta.
A pesar de los beneficios de la lactancia materna, en muchos países, incluido México, su práctica no está completamente optimizada. Solo el 34% de los niños menores de seis meses en México reciben lactancia materna exclusiva. Para mejorar esta cifra, expertos sugieren ampliar las licencias de maternidad, capacitar a los profesionales de la salud para asesorar mejor a las madres y limitar la agresiva publicidad de las fórmulas infantiles.
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