El cambio climático es una realidad que afecta a diversas especies en todo el planeta. Recientemente, un estudio ha puesto de manifiesto cómo el aumento de la temperatura y la acidificación de los océanos están poniendo en riesgo a los tiburones, particularmente a sus embriones. Esta investigación destaca la vulnerabilidad de los tiburones gato (Scyliorhinus canicula) ante las condiciones cambiantes del mar, y cómo esto podría tener consecuencias devastadoras no solo para la especie, sino para el ecosistema marino en general.
La investigación, llevada a cabo por Noémie Coulon, Anne Lizé, Stanislas Piet y Thomas Lacoume-Labarthe, se centró en evaluar el impacto combinado del calentamiento y la acidificación del océano en los embriones de tiburón pintarroja durante un periodo de 10 meses. El estudio midió varias variables críticas como las tasas de éxito de eclosión de huevos de tiburón, el crecimiento de los embriones, el comportamiento de congelación (una respuesta de defensa contra depredadores) y la posibilidad de supervivencia en condiciones controladas.
Para realizar el experimento, los investigadores establecieron dos escenarios basados en datos históricos de temperatura y pH (1995-2014) y una predicción para el año 2100. Estos escenarios se fundamentaron en las Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSP) del Sexto Informe de Evaluación del IPCC de 2021. El primer escenario, SSP2, conocido como “Camino intermedio”, predice un aumento de temperatura de 2.7°C y una caída del pH de 0.2. El segundo escenario, SSP5, denominado “Desarrollo impulsado por combustibles fósiles”, prevé un aumento de temperatura de 4.4°C y un descenso de 0.4 en el pH.
Los resultados de la investigación son alarmantes. En el escenario SSP5, solo el 11% de los embriones lograron eclosionar, lo que implica que el 89% no pudieron romper el cascarón. Además, los supervivientes mostraron una reducción significativa en su capacidad para expresar el comportamiento de congelación en la etapa pre-eclosión, un mecanismo crucial para su defensa ante depredadores. Estos hallazgos subrayan la importancia de considerar los efectos del cambio climático en las temperaturas oceánicas y la acidificación, ambos factores determinantes que ponen en riesgo la supervivencia de los tiburones.
Los efectos de la crisis climática en el océano
El cambio climático no solo afecta a los tiburones. Durante los últimos 20 años, las emisiones de dióxido de carbono (CO2), un gas de efecto invernadero, no han dejado de crecer. A inicios del siglo XXI, estas emisiones eran de aproximadamente 23,500 millones de toneladas métricas, aumentando a 37,000 millones en 2019. Este incremento en las emisiones de CO2 ha contribuido significativamente al calentamiento global. De hecho, 2023 fue proclamado como el año más caluroso de la historia, con un aumento medio de la temperatura global de 1.48°C, superando el límite establecido en el Acuerdo de París.
El aumento de la temperatura del océano y la acidificación tienen efectos profundos en la vida marina. Los tiburones, como depredadores tope, juegan un papel crucial en mantener el equilibrio del ecosistema marino. La disminución de su población podría desencadenar una serie de efectos en cascada, afectando a diversas especies y alterando la estructura y función del ecosistema.
La incapacidad de los embriones de tiburón para eclosionar y sobrevivir es solo una señal temprana de los profundos cambios que podrían afectar al océano si no se toman medidas para mitigar el cambio climático.
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