Redacción: Inés Arroyo
Ante el avance implacable del cambio climático, México intensifica sus acciones con el respaldo del Reino Unido para mitigar los efectos del calentamiento global y enfrentar el creciente estrés hídrico que amenaza a millones de personas en el país. Así lo expuso la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, durante su participación en la Cumbre México–Reino Unido, donde delineó los nuevos ejes de cooperación binacional en materia ambiental.
Bárcena advirtió que la temperatura global ha aumentado 1.55 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales, mientras que en México el incremento ha sido de 0.85 grados. Aunque aparentemente menor, esta cifra representa una amenaza directa para la población y para la economía nacional, ya que se estima que cada grado adicional podría reducir el Producto Interno Bruto mundial en un 12%, según estudios internacionales.
Frente a este panorama, México ha fortalecido su colaboración con el Reino Unido en áreas clave como la economía circular, la electromovilidad y el mercado de emisiones. Un ejemplo concreto es el manejo sostenible del sargazo en el Caribe mexicano, así como la restauración de ecosistemas estratégicos como los manglares, considerados barreras naturales frente al cambio climático.
La secretaria recordó que desde 2019 ambos países mantienen una alianza ambiental orientada al crecimiento sustentable e inclusivo, la cual ha cobrado renovado impulso debido a la creciente urgencia climática. En este sentido, México mantiene su compromiso de reducir en un 35% las emisiones de gases de efecto invernadero, con una estrategia enfocada principalmente en el sector energético.
A nivel nacional, el país cuenta con una Ley General de Cambio Climático y un plan de mitigación en marcha. No obstante, Bárcena subrayó la necesidad de avanzar también en el plan de adaptación, un componente que por años fue relegado, pero que hoy se vuelve indispensable.
Entre las acciones destacadas se encuentran el monitoreo de la calidad del aire en ciudades como Monterrey, Guadalajara, Mexicali y el Valle de México, así como la conversión de termoeléctricas de combustóleo a gas natural, una medida que busca reducir significativamente las emisiones contaminantes. Asimismo, se está trabajando con la industria automotriz para establecer una norma que impulse la transición hacia la electromovilidad.
Bárcena fue contundente: “México está tomando decisiones firmes para enfrentar la crisis climática. También es una oportunidad para cooperar y fortalecer nuestra capacidad de respuesta”. El mensaje es claro: la emergencia ambiental exige acciones inmediatas y coordinadas, tanto a nivel nacional como internacional.