Actualmente está vigente el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), con el que se facilitan las importaciones y exportaciones de diversos productos, entre los países, incluyendo los del sector alimenticio; es justamente del mencionado, donde se incluye el maíz transgénico que se busca prohibir por los daños que conlleva.
México es uno de los principales países productores de maíz, e incluso forma parte de su identidad como nación ya que es uno de los ingredientes principales de su gastronomía. De hecho, en el territorio nacional existen 59 tipos de maíz nativo y cientos de variedades de estos, que actualmente se buscan proteger de la contaminación genética.
Es por ello que Greenpeace hace un llamado al Gobierno de México para no ceder ante las presiones de Estados Unidos en materia de maíz transgénico, para aumentar su producción, así como para defender la soberanía alimentaria. Ya que, de acceder ante el país norteamericano, se pone en riesgo la salud de la población, así como presentar una amenaza para el medio ambiente.
Viridiana Lázaro, campañista de agricultura de Greenpeace México, dijo que el “Cerrarle las puertas de México al maíz transgénico y al glifosato es el primer paso para impulsar de manera decidida la agricultura ecológica, que también es la mejor estrategia para reducir emisiones de gases de efecto invernadero en el sector, como el metano”.
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