Cambio climático

Rápido y furioso: olas de calor extremas en el mundo

Redacción José Manuel Rueda ANCOP

Desde hace tiempo los científicos del clima han advertido que las olas de calor golpearán con mayor frecuencia y con temperaturas más altas a medida que el mundo se calienta. Lo que ha ocurrido en estos meses, desde Londres hasta Shanghai, ha sido nunca visto: Tokio pasó nueve días consecutivos en junio por encima de los 35 grados centígrados; desde que en 1870 empezaron sus recuentos oficiales esta es la ola de calor más severa.

En Reino Unido, a mediados de julio superaron los 40 grados centígrados, lo que también batió récords por primera vez desde que comenzaron las mediciones. Francia, España, Grecia y Alemania han sufrido devastación por incendios forestales provocados por el calor. Más de 400 ciudades de China se enfrentaron la semana pasada a múltiples olas de calor generalizadas.

Europa Occidental, es un punto crítico para las olas de calor, según una investigación publicada el mes pasado en Nature (“Tendencias aceleradas de olas de calor en Europa occidental vinculadas a chorros dobles más persistentes sobre Eurasia”), cuyo hallazgo es que las olas de calor no sólo son cada vez más poderosas, sino que rompen récords y han desafiado las expectativas derivadas de los modelos climáticos.

El calor extremo es una de las consecuencias más mortales del calentamiento global. Mata a las personas, sobre todo las que se exponen al aire libre. Y sobrecarga las redes de energía, interrumpiendo el suministro de electricidad cuando las personas más necesitan aire acondicionado o ventiladores para

sobrevivir en hogares sobrecalentados. En Europa en 2003 una ola de calor mató alrededor de 70 mil personas.

El calor actual está tan lejos de olas de calor anteriores que esencialmente se ha restablecido el campo de investigación sobre el calor extremo, dice Vikki Thompson, científica climática de Bristol, citada en Nature. En un estudio publicado en mayo, en Science (“La ola de calor del oeste de América del Norte de 2021 se encuentra entre los eventos más extremos jamás registrados a nivel mundial”), ella y sus colegas demostraron que solo cinco olas de calor registradas en cualquier parte del mundo desde 1960 habían sido más extremas, según lo medido por la desviación del clima de la década anterior.

Aunque la ola de calor de julio en el Reino Unido no fue tan severa, podría pasar a la historia como el punto de inflexión que hizo que una nación tomara conciencia de los peligros del calor extremo. Los científicos habían previsto esto hasta cierto punto. Un estudio de modelado climático publicado hace dos años encontró que era posible, aunque no probable, que el Reino Unido superará los 40 grados centígrados en las próximas décadas.

La ola de calor del Reino Unido de este año podría convertirse en un catalizador para comprender qué hace que las olas de calor se vuelvan aún más extremas de lo esperado, dice Erich Fischer, científico climático del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich. Estudiar hasta qué punto los extremos rompen récords, y no solo si superan la marca, puede ayudar a los gobiernos locales a planificar los tipos de extremos que podrían esperar en el futuro cercano, argumenta Fischer, citado en Nature.

Otra característica llamativa de los últimos meses es que el calor extremo ha ocurrido simultáneamente en varias partes del mundo. China y el oeste de América del Norte pasaron a temperaturas más altas de lo normal a finales de julio, al mismo tiempo que Europa. Y en India experimentaron temperaturas abrasadoras de marzo a mayo. Algunas partes superaron los 44 grados centígrados a finales de marzo y al menos 90 personas murieron.

Los científicos del clima reiteran la importancia de reducir las emisiones de carbono y aumentar la capacidad de las personas para adaptarse a las temperaturas extremas.

¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ

Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ