En el marco del Concurso de Arquitectura Madera21, destacadas propuestas han emergido como vanguardia en la búsqueda de soluciones arquitectónicas que fusionan la sostenibilidad y el diseño.
El certamen es dirigido a estudiantes de arquitectura de universidades chilenas y extranjeras se enfocan en poner a prueba sus capacidades y vincularse con los problemas reales a los que se enfrentarán en su vida laboral.
En este concurso, cinco proyectos han sido considerados pioneros porque no solo sobresalen por su ingenio arquitectónico, sino también por su compromiso con la integración social y el respeto al medio ambiente.
PRIMER LUGAR
La ganadora indiscutible de esta competición es Sofía Bustos Ramírez, estudiante de la Universidad del Desarrollo, cuyo proyecto «Caballete Invertido» lidera la revitalización del muelle Enacar en Lota.
Esta propuesta no solo aborda la reactivación de un espacio histórico, sino que también resalta la importancia de la integración social en el diseño arquitectónico, transformando un lugar en desuso en un entorno vibrante y sostenible.
SEGUNDO LUGAR
Sebastián Carvajal, de la Universidad de Concepción, se destaca con su proyecto «Máquina Generadora de Recursos», una iniciativa enfocada en abordar la escasez hídrica en Alto Hospicio.
La propuesta no solo busca solucionar un problema crítico, sino que lo hace de manera innovadora, capturando agua de niebla para promover la autonomía hídrica y la producción local de alimentos.
TERCER LUGAR
El proyecto «Encastillando el Habitar», liderado por un equipo de la Universidad Austral de Chile.
Héctor Álvarez Rivera, Estheban Álvarez Mella, Gerardo Manzano Contreras y Manuel Arcaya Saldivia proponen la recuperación de espacios eriazos en Valdivia mediante diseños modulares que emplean la técnica de encastillado de madera, fusionando lo tradicional con lo contemporáneo.
MENCIONES ESPECIALES
Las menciones honorables reconocen la valiosa contribución de «Re-toma de campamentos» de la Universidad de Santiago y «Raíces Vivas, conjunto habitacional las ánimas» de la Universidad Austral.
Ambos proyectos proponen soluciones habitacionales innovadoras, abordando las necesidades de familias en campamentos y residentes de Valdivia, respectivamente.
El jurado, compuesto por expertos en diseño, ingeniería y construcción, elogió la diversidad y calidad de las propuestas presentadas, reflejando la preocupación por la vivienda sostenible en distintas regiones de Chile. La convocatoria excepcional y la evaluación heterogénea del jurado contribuyen a un panorama enriquecedor para la arquitectura en madera.
Los proyectos premiados no solo son ejemplos de innovación, sino también de soluciones transformadoras que podrían cambiar el paisaje arquitectónico, promoviendo prácticas más sostenibles en la construcción y demostrando que la arquitectura puede ser un catalizador para un futuro más sostenible y equitativo.
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