Los desastres naturales son cada vez más frecuentes, algunos provocados por el humano y otros no. El derretimiento de hielo en los picos de montaña, cada vez se acelera más y con ellos las consecuencias que conlleva.
Respecto a la superficie del planeta, las cordilleras equivalen a una cuarta parte y son el “hogar” de millones de personas que están en constante riesgo. Gracias al calentamiento global, su temperatura ha aumentado casi el 50 por ciento más rápido que la “media” mundial, e incluso los alpinistas suelen usar ropa más ligera a diferencia de hace algunos años.
Lo antes mencionado, si no se analiza y soluciona pronto causará más derrumbes que surgen gracias a que las capas de suelo congeladas permanentemente se descongelan, provocando que la roca y el suelo se desplomen; lo cual puede acabar con la vida de los excursionistas y personas que viven o trabajan en la zona.
La única forma que se tiene de saber que habrá algún desprendimiento en las montañas es sobrevolar constantemente en helicóptero a lo que ellas que tienen glaciares, analizar las grietas tomar fotografías y actualizar su catálogo para seguir la evolución de estas, lo cual ayudará a prevenir a las personas y así evitar una desgracia.
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