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Rosso (BlaBlaCar/Consentio): Ahora es muy difícil no ser sostenible

EFE Verde

Madrid.- Vincent Rosso, cofundador de la aplicación BlaBlaCar y consejero delegado de Consentio, considera que en el actual escenario tecnológico, empresarial y social “es cada vez es más difícil no ser sostenible”, en un mundo más informado en el que la parte social, medioambiental y de producción responsable tiene especial protagonismo y en el que “no podemos permitirnos el lujo de hacer cosas que no sirven”.

Rosso explica a EFE cómo entre un 30 y un 35% de lo que se produce en el sector alimentario “que se saca de la tierra y se empaqueta, no llega al supermercado”, a pesar de que existe la tecnología necesaria para responder a estas carencias del sistema y de que la sociedad exige una economía responsable en la que, por ejemplo, no se desperdicien alimentos.

Del mismo modo en el que este consultor y “business angel” francés analizó cómo se desaprovechaban vehículos privados y se contaminaba en exceso para apostar por la plataforma colaborativa BlaBlaCar, defiende que la digitalización, el análisis de los datos y la comunicación pueden lograr el mismo éxito para utilizar todo lo que se produce en el campo, reducir costes, contaminar menos y apostar por una economía circular en la que se benefician consumidores, los distintos eslabones de la cadena de producción y el planeta en el que vivimos.

En el nacimiento de BlaBlaCar, con más de 100 millones de usuarios en el mundo y que, según sus datos, ha logrado ahorrar más de 1.000 millones de toneladas de CO2, fue fundamental en detectar que, aunque los vehículos de cuatro ruedas se fabrican pensando en cuatro o cinco personas transportadas, “sólo se utilizan de media 1,4 plazas”, por lo que en países como España no se utilizan entre 50 a 80 millones de asientos disponibles y además “se usan sólo el cinco por ciento del tiempo de sus propietarios”.

Gestión de alimentos

Ahora Rosso pretende luchar contra la gran cantidad de alimentos que se desperdician y no se consumen y el desproporcionado consumo de agua.

“Todo lo que nos rodea tiene que ver con la comida. Todos los días comemos y si no hay profesionales que cultiven y que nos den de comer no podemos seguir adelante. Es un reto muy importante para la sociedad asegurarnos que esto pueda seguir. Y más si cada vez somos más habitantes, con más necesidades en salud y más implicados con la producción de alimentos”, defiende.

Además “es necesario dar un sueldo y una renta digna a los que hacen ese trabajo tan importante: producir” y, según ha defendido en eventos en distintas regiones españolas, como recientemente en el “CyL Hub de Burgos”, en España “sabemos producir muy bien y tenemos la tecnología necesaria para que todo lo que se produce en el campo llegue al consumidor simplificando los procesos” y “ofreciendo una trazabilidad de seguridad alimentaria”.

“Por eso creo que existe un mercado nuevo para los productores de alimentos en una economía digital que aporte eficiencia, resuelva ecuaciones y además sea sostenible”, añade Rosso.

“Es tan sencillo como que las personas que producen los alimentos puedan publicar en un catálogo digital donde aparecen las fichas de los productos con todas las características del mismo incluyendo las características que de su cultivo. Se puede informar hasta del suelo dónde se cultivan y su trazabilidad genética, con fotos del producto, del cultivo, y con los datos que interesen a los clientes actuales y potenciales».

Mejora tecnológica

Basado en el sistema de datos y mejorando tecnológicamente el modo en el que un supermercado hace sus pedidos a los proveedores, la plataforma de Consentio pretende reducir los costes para productores, vendedores y consumidores ajustando de un modo digital las necesidades de compra a la información de los productos y agricultores, explica.

“Actualmente existen muchos fallos de eficiencia cuando un supermercado hace pedidos usando uno o varios sistemas para comunicarse con los proveedores y que en muchos casos suponen picar manualmente información, lo que ralentiza los procesos, provoca que se malgaste comida y no se atienda como se debe a la información sobre huella de carbono, la hídrica, los residuos de plásticos o químicos”.

Considera, además, que “muchos de estos datos están desde el principio de cadena como fuente de información y al final de la cadena los consumidores necesitamos tener esa información cada vez más y, además, los supermercados necesitan tenerla por legislaciones nacionales y europeas”.

“A partir de 2025 en Europa – afirma – las cadenas necesitarán tener mecanismos automáticos sobre su impacto medioambiental, social y de nivel de gobernanza, con lo cual hay una necesidad de automatizar toda la cosecha de información que existe en el mundo agrícola y en los procesos hasta el consumidor”. EFEverde

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