Redacción: Enrique Hernández
Según estimaciones de organizaciones como Amazonía Resiliente y el Observatorio Ambiental Panamazónico, se vierten anualmente entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico en los ríos de la cuenca amazónica, con consecuencias devastadoras tanto ecológicas como sanitarias.
El ecologista David Landa, consultor ambiental en Perú, alertó en entrevista con RCR Perú que estos desechos plásticos —botellas, envases, bolsas, tapas, redes de pesca— no solo contaminan el agua superficial, sino que se fragmentan en microplásticos que entran en la cadena alimenticia de animales, peces y humanos.
“Estamos ante una contaminación invisible y persistente. No se ve fácilmente, pero está en el agua, en los peces, y ya en los cuerpos de las personas”, expresó Landa
Impacto en la salud
Los microplásticos, al ser ingeridos por peces, aves y otros animales, se transfieren al ser humano por medio del consumo de alimentos contaminados. Diversos estudios han vinculado la presencia de microplásticos en sangre, pulmones y tejidos humanos con daños celulares, estrés oxidativo, disfunción hormonal e inflamación crónica.
Las comunidades más expuestas son las que viven en contacto directo con los ríos, como los pueblos indígenas y ribereños que dependen del agua para beber, cocinar y pescar.
Casos críticos
Uno de los puntos más preocupantes es el puerto de Mazán, ubicado en la región de Loreto, Perú. Las imágenes recientes muestran riberas saturadas de basura plástica, y niños jugando entre aguas contaminadas.
“Aquí se vive del río, pero el río ya no da vida, sino enfermedad”, denunció la lideresa ambiental Lidia Arbildo, de la organización Ríos Vivos Loreto.
Además del plástico, la falta de infraestructura de saneamiento y la acumulación de residuos urbanos no gestionados agravan la situación. En Mazán, como en muchas otras localidades amazónicas, no existe recolección formal de residuos sólidos, y los vertederos a cielo abierto son una práctica común.
Falta de acción y regulación
A pesar de los compromisos ambientales firmados por varios países amazónicos, la legislación sobre plásticos de un solo uso es débil, fragmentada y poco ejecutada. En Perú, por ejemplo, la ley que regula los plásticos aún no se aplica en zonas rurales y amazónicas.
Los ambientalistas piden:
- Prohibición total de plásticos de un solo uso en la región
- Programas de recolección y reciclaje adaptados a zonas fluviales
- Inversión en educación ambiental
- Alternativas biodegradables accesibles para comunidades
La contaminación por plásticos en la Amazonía es una crisis silenciosa pero profunda. Más allá de los incendios o la deforestación, los ríos amazónicos están sufriendo una invasión química y física que pone en riesgo el equilibrio del ecosistema más biodiverso del planeta y la vida de millones de personas.
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