Redacción: Amairany Ramírez
En los últimos días, la tranquilidad de las playas de Rosarito se ha visto interrumpida por una escena inusual y preocupante: lobos marinos varados y, en varios casos, sin vida. Las autoridades municipales confirmaron que la causa detrás de estas muertes es una toxina generada por un tipo de alga marina, y no por contaminación de aguas residuales, como algunos rumores apuntaban.
La alcaldesa de Playas de Rosarito, Rocío Adame, informó que personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) explicó que los animales fallecieron por consumir ácido domoico, una sustancia tóxica producida por ciertas algas que se desarrollan en el mar cuando las condiciones son favorables para su proliferación. Este tipo de intoxicación afecta el sistema nervioso de los animales marinos, generando desorientación, convulsiones e incluso la muerte.
Hasta el domingo pasado, las autoridades habían contabilizado cuatro lobos marinos muertos y siete más varados, que lograron regresar al océano gracias al esfuerzo de personal y voluntarios. La situación ha generado preocupación tanto entre los residentes como entre los turistas que visitan esta zona costera de Baja California.
Este fenómeno no es exclusivo de Rosarito. Según explicó la Profepa, la proliferación de esta alga marina se está extendiendo por varias partes de la península de Baja California, donde también se han reportado casos de ballenas muertas en circunstancias similares.
La presencia de esta alga tóxica no solo afecta a los lobos marinos, sino que podría tener implicaciones para otras especies marinas y, eventualmente, para las personas que consuman productos del mar si no se toman las medidas de seguridad adecuadas.
Previo a las vacaciones de Semana Santa, la Cofepris ya había declarado algunas playas de Rosarito como no aptas para uso recreativo, tras los resultados de pruebas de calidad del agua realizadas en varios destinos turísticos del país. Aunque la causa directa de las muertes de estos animales no está vinculada a contaminación por aguas residuales, la presencia de toxinas naturales en el entorno marino pone sobre la mesa la importancia de monitorear constantemente las condiciones del mar.
Ante esta situación, las autoridades locales hicieron un llamado a la ciudadanía para no tocar ni mover a los lobos marinos varados, ya que podrían estar intoxicados y representar un riesgo para la salud. Lo más recomendable es reportar de inmediato estos casos al número de emergencias 911, para que personal capacitado pueda intervenir.
Por ahora, las autoridades continúan monitoreando el comportamiento de esta alga en la región, mientras instan a la población a mantenerse informada a través de fuentes oficiales.