En un esfuerzo por abordar la creciente demanda de compuestos fenólicos, utilizados en una amplia gama de aplicaciones, desde la generación de energía hasta la producción de resinas fenólicas y potenciadores de sabor en alimentos, se ha encontrado una solución sostenible e innovadora. En un contexto donde la producción industrial de fenoles ha aumentado en promedio un 2.5 por ciento anual en los últimos cinco años, pero aún lucha por satisfacer la demanda debido al uso de combustibles fósiles en su obtención, la transformación de residuos de aceituna emerge como una alternativa prometedora.
La base de esta innovación es la biomasa lignocelulósica, una fuente de materia prima altamente valiosa y renovable para producir energía con un impacto neutral en carbono. En España, con su vasta extensión de tierras agrícolas, que representa casi la mitad de su territorio total, esta biomasa se convierte en un recurso abundante. Aproximadamente, 17 millones de hectáreas se dedican al cultivo, ofreciendo un potencial significativo para la producción sostenible de biomasa y resaltando el papel del país en la promoción de prácticas respetuosas con el medio ambiente.
Sin embargo, uno de los mayores desafíos de la industria agroindustrial, en particular, la producción de aceite de oliva, radica en la gestión de los volúmenes considerables de residuos generados. Los orujillos y los huesos de aceituna, dos de los principales subproductos, pueden llegar a ser cuatro veces más voluminosos que el producto final, lo que plantea preocupaciones ambientales debido a la dificultad en su adecuado manejo.
Es en esta encrucijada que se ha encontrado una solución. Los orujillos de aceituna, una vez sometidos a un proceso de secado, se transforman en lo que se conoce como «orujo de aceituna», y pueden emplearse en la producción de compuestos fenólicos y energía. La tecnología termoquímica, en particular la pirólisis rápida, degrada la biomasa por efecto del calor en ausencia de oxígeno, transformando la biomasa lignocelulósica en formas de alta capacidad de almacenamiento de energía, conocido como «bioaceite».
El uso de biomasa como materia prima y fuente de energía renovable, combinado con estas tecnologías termoquímicas, plantea nuevas perspectivas para la explotación sostenible de los recursos del sector agroindustrial y la producción de compuestos valiosos a partir del orujillo de aceituna. Sin embargo, aún se necesitan mejoras para maximizar el rendimiento en la producción de compuestos fenólicos a partir de biomasa.
Un aspecto crucial en esta ecuación son los metales alcalinos y alcalinotérreos (AAEM) presentes en la biomasa, que afectan la calidad del bioaceite al promover la formación de agua y ácidos orgánicos. Para abordar esto, se han investigado diversas técnicas de pretratamiento, incluyendo el lavado con ácido y álcali, que han demostrado ser eficaces en la eliminación de estos componentes inorgánicos, mejorando así la calidad y el rendimiento del bioaceite.
La producción de compuestos fenólicos a partir del orujillo de aceituna mediante la pirólisis rápida y el uso de técnicas de pretratamiento se presenta como una solución sostenible y renovable, ofreciendo un enfoque prometedor para la obtención de productos químicos y energía, al tiempo que aborda los desafíos ambientales asociados a la gestión de residuos de aceituna en la industria del aceite de oliva.
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