La Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC) advierte sobre las consecuencias de una eventual prohibición del glifosato, programada para el 1 de abril. Según la UMFFAAC, esta medida provocaría una crisis de productividad agrícola y un malestar generalizado en el campo mexicano debido a la falta de esta herramienta crucial para la producción agrícola.
La industria de protección de cultivos reconoce la preocupación por la salud de los mexicanos, pero enfatiza que el glifosato es esencial para la producción de alimentos en México. La UMFFAAC destaca que la prohibición del glifosato haría menos competitivos a los productores nacionales y podría reducir la producción de cereales y otros cultivos hasta en un 40%.
Además, se argumenta que la población mexicana no se beneficiaría de una mejor salud al prohibir el glifosato, ya que los costos de producción aumentarían y los precios de los productos agrícolas se encarecerían, afectando la nutrición de los ciudadanos.
La UMFFAAC destaca el papel del sector agroalimentario como uno de los principales generadores de ingresos por divisas en México y resalta el rigor en la regulación de sus productos para proteger la salud humana y el medio ambiente.
La organización reafirma que el glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo y está registrado en numerosos países, aunque solo la IARC lo ha clasificado como «probablemente cancerígeno». Sin embargo, otras agencias internacionales han aprobado su uso siguiendo las indicaciones de etiqueta.
Ante este panorama, la UMFFAAC hace un llamado a considerar las implicaciones de una prohibición del glifosato en la productividad agrícola y la seguridad alimentaria del país.
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