El verano más caliente jamás registrado se presentó este año, desatando una serie de fenómenos climáticos sin precedentes en el hemisferio norte. Los expertos advierten que este no es un caso aislado, sino un signo de desastres más intensos que se aproximan debido al cambio climático.
Los meses de verano de 2023 presenciaron numerosos eventos extremos: incendios forestales en Canadá, inundaciones en la costa este de EE.UU., un inusual inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico, y otros devastadores fenómenos en Grecia y Hawái.
El Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea identificó el periodo entre junio y agosto de este año como el verano más caliente del hemisferio norte, superando las temperaturas medias anteriores.
Climate Central señala que aproximadamente 3.900 millones de personas experimentaron temperaturas extremas, que se hicieron más probables debido al cambio climático.
Los científicos están conectando los puntos entre los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático. Aunque determinar la atribución exacta es complejo, la correlación es cada vez más evidente.
Según Friederike Otto del Imperial College de Londres, la intensidad de los incendios forestales en Quebec, que afectaron a gran parte de EE.UU., fue impulsada en parte por el cambio climático.
Michael Mann, del Centro de Ciencia, Sostenibilidad y Medios de Comunicación de Pensilvania, enfatiza que la intensidad de los eventos climáticos extremos es un resultado directo del calentamiento global provocado por las actividades humanas.
Los científicos destacan que el cambio climático afecta patrones meteorológicos más amplios, como la corriente en chorro, y también lleva a condiciones climáticas más extremas, como olas de calor prolongadas e inundaciones más intensas.
Los investigadores del clima concuerdan en que los veranos extremos, como el de 2023, se volverán más habituales. Aunque no todos los años pueden ser tan intensos, la tendencia es clara.
Stephen MacAvoy de la American University subraya que el futuro climático se caracterizará por ser «extremo y errático».
La idea de una «nueva normalidad» es cuestionada, ya que implica estabilidad, mientras que el clima sigue en constante cambio.
Mann añade que la situación actual se agravará si continúa el calentamiento del planeta.
Esta ola de fenómenos climáticos extremos sirve como un llamado de atención para abordar el cambio climático y anticipar las consecuencias futuras de un planeta cada vez más caliente.
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