El Glaciar Dagu, situado en la remota meseta tibetana a 5,000 metros sobre el nivel del mar, enfrenta una amenaza cada vez más urgente debido al calentamiento global. Sin embargo, científicos de la Universidad de Nanjing han implementado una solución innovadora en un esfuerzo por mitigar la tragedia ambiental que enfrenta este joven glaciar, que ya ha perdido el 70% de su superficie desde su descubrimiento en 1992.
La tecnología implementada en este proyecto se basa en el uso de un material nanofino desarrollado a partir de acetato de celulosa (CA), que actúa como un geotextil refractante. Este material, compuesto por láminas blancas sostenidas por postes, tiene una película que logra un efecto de enfriamiento radiativo.
El propósito es desviar el calor de la luz solar directa lejos del glaciar y permitir que la energía del glaciar se irradie hacia el exterior a través del material poroso, manteniendo así bajas las temperaturas y ralentizando su ritmo de derretimiento.
El profesor Zhu, líder del experimento, explicó: «Esta tecnología desviará el calor de la luz solar directa lejos del glaciar. Al mismo tiempo, la propia energía del glaciar puede irradiarse hacia el exterior a través del material poroso, para mantener bajas las temperaturas y ralentizar el ritmo de derretimiento».
Este proyecto es financiado por la compañía de videojuegos Tencent Holdings a través de su departamento de Neutralidad de Carbono, con la aspiración de convertirse en un referente de una sociedad sostenible.
Los glaciares en la meseta tibetana han perdido el 15% de su superficie en los últimos 50 años, lo que ha provocado un aumento en el nivel de los lagos y ríos, poniendo en riesgo a alrededor de 1 millón de personas solo en el suroeste de China. El Glaciar Dagu es una fuente crucial de agua potable para la región y un atractivo turístico que proporciona ingresos significativos a las comunidades locales.
Aunque la técnica de cubiertas geotextiles ya se ha implementado en otros lugares del mundo, incluido el Glaciar Dagu, donde entre 2020 y 2021 se logró reducir la pérdida de masa glacial en un 15% en comparación con las áreas descubiertas, sigue generando controversia debido a sus costos elevados, inviabilidad a largo plazo y limitaciones en su capacidad para evitar el derretimiento. Sin embargo, los científicos creen que el nuevo material es prometedor, ya que tiene una tasa de reflexión de más del 92%, en comparación con el 70% alcanzado por iniciativas previas.
A pesar de los desafíos, los investigadores destacan el apoyo abrumador de las comunidades locales y su compromiso con la protección del glaciar. «La protección del glaciar es más importante que nunca, ya que sustenta todo el ecosistema y el sustento de la población local», enfatizó el profesor Zhu.
Este enfoque, además de su impacto potencial en la conservación de los glaciares, también tiene un valor de concientización al destacar la urgencia del cambio climático ante los visitantes y la comunidad en general.
Sin embargo, el profesor Zhu advierte: «Todos los métodos de intervención humana en los que estamos trabajando, incluso si resultan efectivos, solo frenarán el derretimiento. Si la Tierra sigue calentándose, al final no habrá forma de proteger los glaciares para siempre». El reto de frenar el cambio climático sigue siendo una prioridad global.
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