En un emocionante momento durante la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP28) en Dubái, niños de países africanos y latinoamericanos tomaron el escenario para demandar un papel central en las decisiones climáticas. Ante líderes mundiales y activistas, los jóvenes abogaron por una mayor inclusión en las discusiones que determinarán su destino y pidieron que los 2.200 millones de niños del mundo sean colocados en primera fila de las prioridades.
Revan Ahmed, un niño libio, hizo una conmovedora declaración, culpando a las generaciones anteriores por el cambio climático. Ilustró la devastación en su país después de la tormenta Daniel, que se cobró la vida de más de 11,000 personas en la ciudad de Derna.
Lova Reene, representante de Madagascar, compartió historias desgarradoras de niños que enfrentan sequías extremas, carencia de agua y alimentos, y viven en peligro constante.
Desde Colombia, Francisco Vera cuestionó la falta de fondos para la acción climática, señalando la asignación de grandes sumas de dinero a cuestiones militares en lugar de abordar la crisis climática.
Durante una conferencia de prensa, Revan Ahmed expresó el anhelo compartido por un futuro con agua potable, seguridad alimentaria y educación sin preocupaciones climáticas.
Unicef destaca que en los últimos seis años, condiciones climáticas extremas han forzado el desplazamiento de al menos 43 millones de niños, mientras que mil millones enfrentan riesgos significativos debido a la crisis climática. Los niños presentes en la COP28 reiteraron la necesidad apremiante de una acción climática real y sostenible.
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